Los alumnos de primero de primaria han aprendido a indentificar sus emociones a través de observar lo que le han pasado a los habitantes de Foresville.
Una gran obra de teatro en la que hemos aprendido que las emociones son una parte muy importante y necesaria de nuestra vida y nos pueden ayudar a resolver problemas.
Drilo, cuando era pequeño lloraba a todas horas, y aunque su amiga la tortuga, le dijo que no buscara explicación, que los cocodrilos siempre lloran.
Él que comenzaba a hacerse más preguntas decidió investigar a los habitantes de Foresville y se convirtió en un famoso detective.
Observaba porqué Mr. Sad estaba triste, o porqué Asustín tenía miedo o porqué Topamí era envidioso.
Y así descubrimos las recetas para calmar el enfado, la envidia, vencer la vergüenza y así poder expresar la alegría, sorpresa y sobre todo el amor para poder sentirnos mejor.
Para finalizar la jornada, nos hizo un día estupendo y estuvimos de convivencia en un parque dónde disfrutamos y reímos muchísimo.