Aprendizaje cooperativo a través del juego: Otro camino para la educación
Con este título, nos introducimos en un proyecto sobre el cuerpo humano, llevado a cabo por Judith, una futura seño en prácticas de la Universidad de Málaga. Los niños y niñas de la clase de 4 años B, pudieron disfrutar, durante dos semanas, de este fantástico proyecto en el cual no han hecho más que disfrutar y, por supuesto, aprender.
A través de este proyecto, se han trabajado los objetivos que dicta la ley de educación como son: construir su propia identidad, adquirir autonomía en actividades habituales, observar y explorar su entorno físico, comprender y representar algunas nociones y relaciones lógicas y matemáticas referidas a situaciones de la vida cotidiana…
Con estas actividades, el alumnado ha aprendido muchas cosas sobre el cuerpo humano, y de una forma muy divertida: ¡jugando y en equipo! Lo que la seño pretendía, era que fueran aprendiendo sobre el tema pasando por los huesos, músculos y órganos.
Entre todos, hemos dibujado un cuerpo humano, hemos hecho puzles y nos hemos vestido en pareja. ¡Del cerebro también se han aprendido muchas cosas! Como por ejemplo, que la parte izquierda, es la de las mates (y por eso medimos los muebles, a nuestros compañeros e incluso a la seño); y que la parte izquierda, es la de la creatividad y el sentido artístico (por lo que hicimos nuestras propias radiografías). Para aprender sobre los órganos de la cara, hemos jugado a la gallinita ciega, y probado diferentes sabores…
Sobre los pulmones, hemos visto, con globos, cómo se hinchan y deshinchan cuando cogemos y soltamos aire, y por supuesto, ¡jugábamos juntos con los globos!
Para poder repasar todo lo que habíamos visto durante tantos días, hicimos un mapa conceptual, ¡nuestro mapa del cuerpo!, y nosotros solitos, escribimos las palabras que necesitábamos.
El último día fue increíble, pues la seño nos preparó la clase como si fuera una consulta médica, ¡y nos convertimos en Pequedoctores! Medimos la temperatura, curamos a nuestros amigos y amigas, y hasta escribimos recetas. Sin duda, ¡nos lo pasamos genial!
