La historia de la Mezquita de Córdoba
El pasado 19 de octubre los alumnos de 2º ESO realizaron una salida a la Mezquita-Catedral de Córdoba, declarada patrimonio de la humanidad en 1984 por la UNESCO.
Salieron a las 9 y media de la mañana y volvieron a las 6 de la tarde, tras pasar un día repleto de emociones.
Al llegar a Córdoba, después de dos horas de viaje y antes de acometer una jornada de descubrimientos, los alumnos disfrutaron de un desayuno a orillas del río Guadalquivir, con la torre de la Calahorra de fondo, que permitió un viaje al pasado.
A continuación, se dirigieron a la Mezquita-Catedral atravesando el impresionante puente romano que cruza el Guadalquivir.
Una vez en la Mezquita-Catedral, exploraron, con la ayuda de audioguías, los rincones llenos de historia y descubrieron los secretos y curiosidades que esconde el monumento.
Accedieron a la Mezquita-Catedral por la Puerta del Perdón que da al impresionante Patio de los Naranjos, antiguo patio de abluciones y en el que se puede ver dónde estaba ubicado el antiguo alminar.
Se adentraron al interior del templo por dos arcos, uno situado en el extremo este y otro, justo enfrente de la Puerta del Perdón, la Puerta de las Palmas, conocida igualmente como Arco de las Bendiciones. Al adentrarse, los alumnos quedaron fascinados por el bosque de columnas de jaspe, granito y mármol sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores. Seguidamente se dirigieron hacia el mirhab , un joyel de mármol, estuco y mosaicos bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata. Del estilo arquitectónico islámico dieron un salto al gótico, renacentista y barroco al pasar por la capilla mayor del templo y su coro, que goza de gran fama por ser uno de los más hermosos y ejecutados de toda España. También pudieron contemplar una exposición de diferentes esculturas y pinturas en piedra y mármol en una de las naves de la Mezquita-Catedral, muestra una vez más de la riqueza que posee. No podían abandonar la ciudad sin emprender un agradable paseo por las estrechas calles de la judería que fue, entre los siglos XIII y XV, el barrio en el que vivían los judíos. Antes de retomar el viaje de regreso a Málaga, dieron un salto al presente al adentrarse en el Parque de Miraflores. En este parque urbano del 2003, situado en la orilla sur del río Guadalquivir, descansaron y almorzaron, y así finalizó un maravilloso día de excursión.
